Los hermanos Young, Angus y Malcolm, fueron virtuosos y en sus venas corría el blues y el rock ‘n’ roll. Todos saben muy bien que son la única banda de rock en este planeta que realmente vive y siente lo que el rock and roll es en su estado más puro.
“AC/DC es más antiguo que las rocas en las que nos sentamos, dijo Vas con entusiasmo en la voz. Las rocas de este universo tienen orejas y escuchan a AC/DC porque hacen tormentas y truenos sin fin. ¡AC/DC son Dioses! Todo mi trabajo es para ellos. ¡Es un largo camino a la cima tanto si quiero terminar un cuadro como si quieres rockandrolear! “
- ¡Sí! AC/DC es la fuerza motriz que nos mantiene moviéndonos hacia delante. Para ser el mejor, lo importante es ser uno mismo, hay diferentes tipos de grandeza, pero en mi opinión, grandeza es sentir el poder de AC/DC en las profundidades de mi alma. A veces hay momentos cuando puedo tocar la grandeza eterna y mis emociones se mezclan con el poder de AC/DC. En esos instantes de pura energía, me siento verdaderamente inmortal y todo gracias a estar rodeado de aquello que me da energía. Te puedo decir que he sido inmortal durante un par de minutos con AC/DC.
Con una intensidad visual extraordinaria logra trasmitir la fuerza, el poder y la grandeza de la banda de rock duro mas grande de todos los tiempos. Potenciando varias formas de expresión para su particular tributo, Abdul Vas trabaja con diferentes técnicas artísticas que van desde la escultura, pintura, collage y hasta el dibujo como intervención, Sus pinturas son un cruce de elementos estéticos: agresivos, violentos, y ostensiblemente marcados por un manejo frenético del pigmento, que, no obstante, destilan una elegancia y una tensión formal muy especial y única. Con la Pintura es donde Vas desarrolla su poética mas precisa y sosegada de poder.
Ahí pone en valor este medio sorprendente para canalizar y procesar el excesivo torrente de imágenes que le rodean en su mundo. Ha dedicado gran parte de su atención estética y de su búsqueda poética a establecer una relación vital entre el arte contemporáneo y la banda de rock ´n Roll australiana AC/DC.
El trabajo de Abdul Vas aborda en gran medida sus obsesiones con AC/DC, con los símbolos del sueño americano, el trabajo de Vas consiste en representaciones de gallos agresivos y bien dotados que representan el elemento de la cultura estadounidense y su fijación por el Japón Actual.
La forma en que el artista reúne elementos individuales para formar un todo nuevo con la ayuda de la yuxtaposición de imágenes genera una atmosfera perturbadora que oscila entre lo abstracto y lo narrativo, lo expresivo e icónico, técnicas complejas y otras muy simples y crudas. La entrega sin límites a una subcultura cuya estética atemporal y delirante parece reforzar la trascendencia incuestionable de AC/DC, es la fuerza liberadora que encontramos en
sus propuestas llenas de intensidad y retos estéticos. La producción artística de Abdul Vas se desarrolla en un campo altamente experimental que va en muchas direcciones. Principalmente
persigue fines estéticos para la devoción a AC/DC y en otros casos funciona como una suerte de catarsis para las imágenes que pueblan su inconsciente y nuestro época que, quizá sólo tienen sentido para él, pero siguen siendo un enigma desafiante y enriquecedor para los
demás. Es su manera de controlar el caos, o por lo menos hacer una pausa pulsando el interruptor el tiempo suficiente para su disección y análisis. Podemos pensar que a la pintura le ha pasado algo así como a los pollos, que se le ha observado como una naturaleza del hombre
epocál antes que como pintura y así infantilizada, pop, brutal o expresiva o decorada asumía su lugar infantilizado, es decir contemporáneo.
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Texto; Tiago Abreu, Carol J.V