Esta pieza es un homenaje a la sabiduría milenaria, a la cosmogonía indígena y al pensamiento antiguo y hace referencia directa al Dios de la lluvia prehispánico Tlaloc, representado por esos dos grandes círculos realizados a base de caligrafía y los elementos geométricos que los acompañan.
Para Said Dokins existe una relación simbólica muy fuerte en la representación del círculo en múltiples culturas antiguas, el comenzó a realizar estas representaciones circulares a corta edad cuando estudiaba Aikido y descubrió en un libro sobre budismo Zen la práctica del Ensō (円相), una forma de limpiar la mente para prepararla para la creación, se trata de la realización de un circulo trazado con pincel japonés en un solo movimiento, es uno de los temas más típicos de la caligrafía japonesa y tanto en la cultura prehispánica como en la japonesa el círculo simboliza el universo y el vacío, el cero, el flujo y la energía constante.
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This mural is a tribute to ancient wisdom, indigenous cosmogony and ancient thinking and refers directly to the prehispanic rain god Tlaloc, represented by those two great circles made using calligraphy and the geometric elements that accompany them.
For Said Dokins there is a very strong relationship in the representation of the circle in multiple ancient cultures, he began performing these circular representations when he was a child studying Aikido and discovered in a book about Zen Buddhism, the practice of Ensō (円相), a way to cleansing the mind to prepare it for creation, is a hand-drawn circle made in one or two uninhibited brushstrokes with a Japanese brush, is one of the most typical subjects of Japanese calligraphy. In both pre-hispanic and Japanese culture the circle symbolizes the universe and the void, zero, flow and constant energy.